Comenzamos
definiendo a los hechos sociales, los cuales son objeto del estudio de la
sociología, estos son originados fuera de la persona, Durkheim señala que las ideas
no se generan en nuestro interior, sino más bien, vienen de afuera.
Diferenciemos la práctica científica y el
sentido común, la primera, puede tener como consecuencia representaciones que
desconcierten y contradigan el sentido común, está arraigada la costumbre de
concebir los hechos sociales de manera no metódica, por lo tanto, las
representaciones que habitualmente nos hacemos responden al sentido común,
prejuicios y tienen a responder a las imágenes creadas a partir de las primeras
impresiones.
Si bien la ciencia de las sociedades no
consiste en una simple paráfrasis de los prejuicios tradicionales, desde el
momento en que todo investigador es un hombre nace y se desarrolla en una
sociedad dada, se ve sometido a las visiones elaboradas por el sentido común de
ciertos fenómenos sociales, aunque nos creamos liberados de él, el sentido
común nos impone sus juicios sin darnos cuenta (Durkheim, 1893).
Propone que la ciencia debe observar los
hechos sin creer en las explicaciones, si son buenos o malos, definiendo las
causas para que se produzcan estos efectos, la sociología no debe juzgar los
actos moralmente.
La base del método sociológico, es la idea de
tratar los hechos sociales como cosas, esto quiere decir, otorgarle a los
hechos sociales un grado de realidad similar a la que se le otorga a las cosas
materiales, sin implicar que lo sean. Tratar los hechos sociales como cosas es
observar frente a ellos una cierta actitud mental.
El hecho social consiste en maneras de hacer
o de pensar reconocibles con la particularidad de que son capaces de ejercer
influencia coercitiva sobre las conciencias individuales. Es hecho social toda
manera de hacer una coacción exterior sobre un individuo, según la perspectiva
de Durkheim, diferencia de Comte (1832), quien no considera al individuo en el
estudio sociológico y afirma que un sistema debe estar constituido solo por
fenómenos homogéneos.
Esto como elemento moral, es expresado por
dos nociones diferentes, el bien y el deber, la primera se refiere a la
creencia o conveniencia del individuo en el mismo, a diferencia de la segunda,
que hace referencia al carácter coercitivo del hecho.
Los problemas sociales y morales son
analizados desde una perspectiva científica positiva y se fundamenta en la
observación empírica de los fenómenos, que permite descubrir y explicar el comportamiento
de las cosas en términos de leyes universales susceptibles der ser utilizadas
en provecho de la humanidad (Comte, 1838)
Esta definición establece dos criterios de distinción
para detectar un hecho social, el primero de ellos es el criterio de coerción,
que por definición, debe ser exterior, una experiencia sencilla mediante la
cual puede confirmarse el hecho a observar. El segundo, es el criterio de
generalidad, y solo es concebible cuando
se tiene consciencia de las propiedades del primero.
Una de las reglas fundamentales a considerar
en los hechos sociales como cosas, son las prenociones en los comienzos de la
ciencia,toda ciencia se constituye sobre reflexiones preexistentes a ella
misma, su tarea es perfeccionarlas y acercarlas gradualmente a la realidad,
encauzándolas mediante el método. Este
principio es la base y fundamento de todo método científico y se encuentra en
estrecha relación con la duda sistemática de Descartes.
Durkheim propone someter el sentimiento de la
ciencia, en lugar de dejar que sea guiada, el sentimiento es el objeto de la
ciencia, no el criterio de la verdad científica. El hecho de que las pasiones
sean más fuertes respecto a los objetos sociales que a los físicos no
constituye una traba evitable.
La verdad científica significa adecuación a
la realidad, acerca de esto, James (1878) está de acuerdo con Durkheim, mientras
se opone decididamente a entender esta adecuación como una relación estática o
inerte.
Una idea acontece a la verdad. Esta es una de
las características de la correspondencia dinámica, que afirma que la verdad es
una relación que puede establecerse entre una idea y su objeto.
Continuando con Durkheim, la primera regla de
este método, es eliminar las prenociones, para lo cual es fundamental
establecer una definición objetiva del hecho social a estudiar. Para que esta
regla se cumpla, la definición debe expresar los fenómenos en función de las
propiedades que le son inherentes, que se caracterice por un elemento
integrante de su naturaleza, y no en base de sus ideas del espíritu o por una
noción ideal.
A su vez, Comte (1837) afirmo que para que las ideas fueran eficaces
en la sociedad, debían ser respaldadas por instituciones, y así fue como ideo
para la nueva ciencia de la sociedad una organización imitando a la iglesia
católica, a la cual pretendía sustituir, a la cual llamo religión positivista, a la cual baso en el
conocimiento y el método científico.
Esta liberación es un trabajo arduo, puesto
que, en efecto, nos apasionamos por nuestras creencias religiosas y políticas,
por prácticas morales de un modo distinto que por las cosas del mundo físico;
en consecuencia ese carácter pasional se comunica a la manera en la que
concebimos y nos explicamos las primeras.
Sostiene de esta manera que los fenómenos sociales,
permaneciendo idénticos a si mismos, pueden revestir dos formas: generales y
excepcionales. La generales, tienen lugar en todos los individuos y están
comprendidas entre límites muy aproximados, las excepcionales no solo se
encuentran en la mayoría de los sujetos, sino que no se manifiestan de manera
prolongada, son una excepción en el tiempo y espacio.
Una vez determinado el carácter normal de un
hecho o fenómeno, es necesario un segundo procedimiento: el de establecer si el
signo exterior que el hecho social debelo (su generalidad) está fundado en la
naturaleza de las cosas. Por lo tanto, una vez comprobada la generalidad del
fenómeno, se pueden confirmar los resultados del método, haciendo ver como
sirve el fenómeno.
Ante esto, Durkheim consuma que un hecho
social es normal para un tipo social determinado, considerando en una fase
determinada de su desarrollo, cuando se produce en la medida de las sociedades
de su especie, considerada en la fase correspondiente de su evolución, y se
pueden comprobar los resultados de su método haciendo ver como la generalidad
del fenómeno se relaciona con las condiciones generales de la vida colectiva en
el tipo social considerado.
La importancia de la constitución de los
tipos sociales radica en la clasificación de un fenómeno social como normal o
patológico. Un mismo fenómeno puede ser normal en una especie y patológico en
otra. Se encuentra en el concepto de especie la posibilidad de facilitarle al
sociólogo un término medio entre dos concepciones contrarias de la vida
colectiva: el normalísimo de los historiadores y el realismo de los filósofos.
Este postulado destruye la ingenua linealidad
ideal del desarrollo histórico y el proceso de evolución continua de las
sociedades presente en Comte (1836), oponiéndole la existencia una pluralidad
de tipo sociales cualitativamente distintos entre sí.
Para Durkheim, es inexacto que la ciencia
solo pueda instituir leyes después de haber revisado a todos los hechos que ellas expresan, ni
formar géneros hasta que después de haber descrito en su integridad los
individuos que lo comprenden.
El verdadero método experimental, tiene más
bien a sustituirlo hecho vulgares o no demostrativos más que a condición de ser
numerosos y por consiguiente no permiten obtener más que conclusiones siempre
dudosas, por hechos decisivos y cruciales, como decía Bacon (1593), por sí
mismo y con independencia de su número tienen valor y un interés científico.
Al describir el carácter objetivo de los
hechos sociales, lo supone como independiente de los individuos, y capaz de
ejercer sobre estos una fuerza coactiva. En la medida que estos posean la
característica esencial de poder ejercer sobre las ciencias individuales una
mayor o menos presión, las leyes sociológicas no pueden ser nuca un
razonamiento de las leyes psicológicas.
Toma como conclusión la formulación de la
regla metodológica. La causa determinada de un hecho social debe buscarse entre
los hechos sociales antecedentes y no entre los estados de la conciencia
individual. Esto aplica también a la función social, puesto que los efectos son
socialmente útiles, la función de un hecho social debe buscarse siempre en
relación que tiene con algún fin social.
Es importante remarcar que el sociólogo no debe
omitir a la psicología, pues una cultura de corte psicológico constituye una enseñanza
necesaria, que no le sería útil sin la
condición de que se libere de ella después de recibirla y que la complemente
con una cultura especialmente sociológica (Durkheim, 1896).
La causa de los fenómenos sociales debe
buscarse en la asociación y combinatoria compleja de sus elementos
constitutivos, el conjunto resultante es el medio social interno y es la causa
primordial de todo hecho social. El primer origen de todo proceso social de
alguna importancia debe buscarse en la constitución del medio social interno.
A diferencia de la afirmación de que todo lo sabido de un objeto
es lo verificable de sus efectos, y el un hecho social es la suma de sus consecuencias verificables
(James, 1878). Quien concluyo que los fenómenos sociales son el resultado del
examen de sus consecuencias.
Los elementos que entran en juego a la hora
de la asociación son las cosas y las personas. En las primeras se cuentan los
productos de la actividad social anterior, el derecho constituido, las
costumbres establecidas y los monumentos artísticos. A pesar de que estos
elementos puedan influir en la evolución social nunca podrán generarla, no
tienen la fuerza motriz suficiente. Son la materia aplicable a la fuerza que se
vive en la sociedad, por si misma no produce fuerza viva, dejando como factor
activo el medio humano.
El análisis del elemento humano en el medio
social interno, se puede abordar desde tres ángulos: el numero de unidades, el
volumen de la sociedad y la densidad dinámica, entendiendo esta última no como
la unión material del agregado que no puede tener efecto si el individuo o los
grupos están separados por vacíos morales, si no como la unión moral de la cual
la anterior es solo un auxiliar y con bastante frecuencia su consecuencia.
Resta la densidad material que se refiere no
solo al número de habitantes por unidad de superficie, sino más bien al
desarrollo de las vías de comunicación y de transporte, que en algunos casos,
puede servir para medir la densidad dinámica.
Aclara que la ciencia no tiene en cuenta
causas primeras en el sentido absoluto de la palabra y recomienda considerarlo
como un hecho primario lo bastante general para explicar un gran número de
otros hechos, cualquiera que sea el cambio que se produzca en él, no puede
dejar de afectar a los elementos restantes de la sociedad. Tampoco se puede
desechar esta influencia esencial en el medio interno, se removería la
posibilidad de la explicación causal.
Podemos decir cómo han sucedido las cosas
hasta el presente, no en qué orden sucederán, porque la causa de la que
dependen no está determinada ni puede ser determinada científicamente, Durkheim
sentencia la teoría de los estadios de la humanidad de Comte (1830) y la teoría de la búsqueda de la
felicidad de Spencer (1873).
De acuerdo al método de Durkheim, no solo la
causa debe relacionarse con el medio social interno, sino también la función de
un fenómeno social. Solo es útil aquel que se vincule armónicamente con dicho
medio, esta es la condición esencial de toda vida colectiva, y al relacionarlo
de este modo, se pueden explicar las variaciones en la utilidad de un mismo
fenómeno prescindiendo de arreglos arbitrarios.
Si las principales causas de los
acontecimientos sociales estuvieran todas ellas en el pasado, los pueblos no
serían más que la prolongación del que le ha precedido y las diferentes
sociedades perderían su personalidad para convertirse únicamente en momentos
diversos de un único desarrollo, la constitución del medio social procede del
modo de desarrollo.
La constitución del medio social procede del
modo de composición de los agregados sociales, incluso estas dos expresiones
son en el fondo sinónimas, tenemos ahora la pruebas de que no hay caracteres
más esenciales que los asignados como base a la clasificación sociológica.
La primera concepción, encuentra su máxima expresión
en el contractualismo de Hobbes y Rosseau, sostiene que hay una solución de continuidad
entre el individuo y la sociedad. Este no solo persogue fines sociales, sino
que se muestra completamente reacio a hacerlo. Para que suceda, la sociedad
debe ejercer sobre ser la coacción y es en la institución y la organización de
esta coacción en lo que consiste la obra social.
Este fin de coaccionar y sujetar al individuo
a la par de la creencia en el individuo como la única realidad del reino
humano, confluye en la idea de que la institución sociales es artificial y
actúa sobre está impidiendo sus consecuencias antisociales. Es una obra
artificial, una maquina completamente construida por las manos de los hombres
y, con todos los productos de este género, es por que los hombres lo han
querido así, la han creado de un decreto de la voluntad y esta misma la puede
trasformar.
En
relación con las creencias, James (1876) menciona a las creencias como reglas
de acción, y el pensamiento tiene como única
misión producir en nosotros hábitos de conducta, si una parte del pensamiento
determinado no implica diferencias en las consecuencias practicas del
pensamiento en su conjunto, podemos afirmar que tal parte no está incluida en
absoluto a los hechos sociales. El pensamiento humano esta orgánicamente
conectado con la conducta humana.
Por
otra parte, la segunda concepción de la sociedad
se puede ver en la obra de economistas y teóricos del derecho natural, sostiene
que la sociedad es natural, no porque reconozca una naturaleza específica, sino
porque tiene sus fundamentos en la naturaleza humana, el hombre está inclinado
naturalmente a la vida política, domestica, y religiosa entre otras, y es de
estas inclinaciones naturales de donde se deriva la organización social.
Durkheim sugiere que las reglas ya expuestas
permitirán hacer una sociología que vea en el espíritu de la disciplina la
condición esencial de toda vida común, fundándola para ello en la razón y en la
verdad.
En cuanto a las reglas relativas a la
administración de la prueba, afirma que no tenemos más que un medio para
demostrar como un fenómeno es la causa de otro fenómeno, y es comparar los
casos en que están simultáneamente presentes o ausentes e investigar si las
variaciones que presentan en estas diferentes combinaciones de circunstancias
testimonian que uno depende del otro.
Una vez establecido esto, concibe la
imposibilidad de llevar a cabo la experimentación propiamente dicha en ciencias
sociales, más aun cuando los hechos sociales, en virtud de su objetividad,
están por fuera de la esfera de acción del investigador que no puede
manipularlos, considerando esto sostiene que el método comparativo es el único conviniente
a la sociología.
Luego de desacreditar la idea de Comte de
complementar este método con uno histórico que considera el sentido en el que
se dirige la evolución humana en general, intenta defender la posibilidad de cierta
experimentación en ciencias sociales, contra las posiciones de Mill (1849).
Durkheim sostiene que entre los hechos
sociales y los físicos no existe una diferencia en el grado de complejidad que
presentan, por lo tanto, si para los segundos es más posible cierto grado de explicación
y experimentación, también lo sería para los primeros.
Intenta defender su noción de causalidad, al
decir que no es posible que para un mismo efecto existan diversas causas, tal
cual afirma mil. Sostiene que si el vínculo causal consiste en una relación que
resulta de la naturaleza de las cosas, un mismo efecto no puede sostener esta
relación más que una sola naturaleza.
En cuanto los casos en que se pretende
observar una pluralidad de causas, para que fuesen demostrativas, habría que
haber establecido previamente que esta pluralidad no es simplemente aparente, o
bien que la unidad exterior del efecto no encubre la pluralidad real, entonces
si se quiere emplear el método comparativo de manera científica se deberán
tomar por base las comparaciones instituidas por la proposición de que un mismo
efecto corresponde siempre a una misma causa.
Dentro del método comparativo existen
diversos procedimientos que no son aplicables en la sociología, ni tienen
fuerza demostrativa. Durkheim elimina el método de los residuos por dos
razones, la primera es que solo puede ser aplicado en ciencias maduras donde ya
existen un número significativo de leyes, y la segunda que los fenómenos
sociales son de complejidad tal que es prácticamente imposible suprimir la
influencia de todas las fuerzas menos una.
Dicho
lo anterior, descarta el método de concordancias y
diferencias, debido de igual manera a la complejidad de los fenómenos sociales
que no permiten trazar un inventario de todas sus características, para
encontrar que entre dos fenómenos no existe más que diferencia en un solo
punto.
Concluye que el método óptimo para la
sociología es el método de las variaciones concomitantes. Este método tiene la
ventaja de no necesitar una verificación
rigurosa de todas las variaciones diferentes de aquellas que se comparen para
establecer que no son extraños entre sí, por lo tanto la complejidad de los
fenómenos sociales no lo afecta sensiblemente. Llegando a la conclusión de que
la concomitancia constante es por sí misma una ley.
Para obtener resultados, bastan algunos
hechos, desde el momento en que se ha probado que dos números de casos de dos
fenómenos varían el uno del otro, podemos estar seguros de que nos
encontraremos en presencia de una ley.
Advierte que el rigor utilizado en este
método no se prueba cuando uno se contenta, como ocurre con frecuencia, con
hacer ver por medio de ejemplos numerosos que, en casos dispersos, los hechos
han variado de acuerdo con la hipótesis. De estas concordancias esporádicas y
fragmentarias no se puede sacar ninguna conclusión general.
Durkheim recomienda el uso del método
genético para que pueda ofrecer un análisis y síntesis del fenómeno a partir
del relato de la historia que parte del tipo más rudimentario que haya
existido, hasta llegar a su estado actual en el proceso de complejidad
creciente. Este método nos mostraría el estado desasociado de los elementos que
lo componen por el solo hecho de que nos haría ver que dependen de su formación
y asociación.
La utilización de este método, considera a
los hechos como cosas y procede a trataros de ese modo. Es preciso hacer de él
la base de toda disciplina al momento de abordar el objeto de investigación y
acompañarle paso a paso.
Sujeto y objeto son fragmentos de una misma
experiencia, y no hay ningún enigma en el conocimiento de este por aquel. Su
esencial trascendencia o intencionalidad, nos remitiría simplemente al hecho de
que la mayor parte de nuestra experiencia es insuficiente, y consiste en
proceso transición: cada fragmento anuncia
la presencia inminente del otro.
Los fenómenos sociales se caracterizan por su
enorme complejidad, por lo cual parecerían refractarios al estudio científico a
no ser que se les descomponga en elementos iniciales y se les aborde por
separado. Se posibilita así, estudiarlos
sin quitarles sus caracteres sociales específicos.
Este proceso, es el progreso más importante de
los que queda hacer a la sociología, y sin duda puede recurrir a otros modelos
propios de ciencias ajenas ya formadas, pues son portadoras de un tesoro de experiencias
que sería imposible omitir, una ciencia solo puede considerarse definitivamente
constituida cuando tiene por objeto un orden de hechos que no estudian las demás ciencias.
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