Psicoanálisis, nombre que se da a un método
específico para investigar los procesos mentales inconscientes y a un enfoque
de la psicoterapia. El término se refiere también a la estructuración
sistemática de la teoría psicoanalítica, basada en la relación entre los
procesos mentales conscientes e inconscientes.
Teoría psicoanalítica
Las técnicas del psicoanálisis y
gran parte de la teoría psicoanalítica basada en su aplicación fueron
desarrolladas por el neurólogo austriaco Sigmund Freud. Sus trabajos sobre la
estructura y el funcionamiento de la mente humana tuvieron un gran alcance,
tanto en el ámbito científico como en el de la práctica clínica.
El inconsciente
La primera de las aportaciones
de Freud fue el descubrimiento de la existencia de procesos psíquicos
inconscientes ordenados según leyes propias, distintas a las que gobiernan la
experiencia consciente. En el ámbito inconsciente, pensamientos y sentimientos
que se daban unidos se dividen o desplazan fuera de su contexto original; dos
imágenes o ideas dispares pueden ser reunidas (condensadas) en una sola; los
pensamientos pueden ser dramatizados formando imágenes, en vez de expresarse
como conceptos abstractos, y ciertos objetos pueden ser sustituidos y
representados simbólicamente por imágenes de otros, aun cuando el parecido
entre el símbolo y lo simbolizado sea vago, o explicarse sólo por su
coexistencia en momentos alejados del presente. Las leyes de la lógica, básicas
en el pensamiento consciente, dejan de ejercer su dominio en el inconsciente.
Comprender cómo funcionan los
procesos mentales inconscientes hizo posible la comprensión de fenómenos
psíquicos previamente incomprensibles, como los sueños. A través del análisis
de los procesos inconscientes, Freud vio que este estado servía para proteger
el sueño (el reposo) del individuo contra los elementos perturbadores
procedentes de deseos reprimidos, relacionados con las primeras experiencias
del desarrollo que afloran en ese momento a la conciencia. Así, los deseos y
pensamientos moralmente inaceptables, es decir, el ‘contenido latente’ del
sueño, se transforman en una experiencia consciente, aunque no inmediatamente
comprensible, a veces absurda, denominada ‘contenido manifiesto’. El
conocimiento de estos mecanismos inconscientes permite al analista invertir el
proceso de elaboración onírica, por el que el contenido latente se transforma
en el contenido manifiesto, accediendo a través de la interpretación de los
sueños a su significado subyacente.
Pulsiones
Una suposición esencial de la
teoría freudiana es que los conflictos inconscientes involucran deseos y
pulsiones (instintos), originadas en las primeras etapas del desarrollo. Al
serle desvelados al paciente los conflictos inconscientes mediante el
psicoanálisis, su mente adulta puede encontrar soluciones inaccesibles a la
mente inmadura del niño que fue. Esta descripción de la función que cumplen las
pulsiones básicas en la vida humana es otra de las aportaciones cruciales de la
teoría freudiana.
Según su teoría sobre la sexualidad
infantil, la sexualidad adulta es el resultado de un complejo proceso de
desarrollo que comienza en la infancia, pasa por una serie de etapas ligadas a
diferentes funciones y áreas corporales (oral, anal y genital), y se
corresponde con distintas fases en la relación del niño con los adultos,
especialmente con sus padres. En este desarrollo es esencial el periodo edípico
(véase Complejo de Edipo), momento en
el que el niño por primera vez es capaz de establecer un vínculo afectivo con
su progenitor del sexo opuesto, semejante a la relación de un adulto con su
pareja, con lo que el progenitor del mismo sexo es considerado un rival. La
inmadurez psíquica del niño condena al fracaso los deseos infantiles y malogra
su primer paso hacia lo adulto. Además, la inmadurez intelectual del niño
complica aún más la situación porque le hace temer sus propias fantasías. El
grado en el que el niño supere este trauma y en el que estos vínculos, miedos y
fantasías pervivan de modo inconsciente será decisivo en su vida posterior,
especialmente en sus relaciones afectivas.
Los conflictos que ocurren en
las etapas iniciales del desarrollo no son menos significativos como influencia
formativa, porque representan los prototipos iniciales de situaciones sociales
tan básicas como la dependencia de otros o la relación con la autoridad. Por
ello, en estas primeras etapas de su desarrollo, también será básico en la
formación de la personalidad del niño el comportamiento de los padres. Sin
embargo, el hecho de que el niño reaccione no sólo ante la realidad objetiva,
sino también ante la distorsión fantástica de la realidad, complica
significativamente incluso los esfuerzos educativos mejor intencionados.
Escuelas psicoanalíticas
Varias escuelas psicoanalíticas
han adoptado otras denominaciones para indicar sus diferencias con las teorías
freudianas ortodoxas.
Carl G. Jung
Carl Gustav Jung, uno de los
primeros alumnos de Freud, creó un movimiento que designó él mismo como
psicología analítica. Como Freud, Jung utilizó el concepto de libido; sin
embargo, rechazó el carácter exclusivamente sexual de la libido, y consideró
que ésta constituía una energía de carácter universal basada en el conjunto de
los instintos y pulsiones creativas que constituyen la fuerza motivadora de la
conducta humana.
Según Jung, el inconsciente se
compone de dos partes: el inconsciente personal, que contiene el resultado de
la experiencia global de un individuo, y el inconsciente colectivo, reserva de
la experiencia humana. En el inconsciente colectivo hay una serie de imágenes
esenciales, a las que él denomina arquetipos, comunes a todos los individuos de
un país o de un momento histórico concreto. Los arquetipos se constituyen así
en unidades de conocimiento intuitivo que sólo existen en el inconsciente
colectivo del individuo y que se manifiestan en leyendas, obras artísticas,
prejuicios sociales… y, por supuesto, en los sueños.
Cuando la mente consciente no
contiene imágenes propias, como durante el sueño, o cuando la conciencia es
sorprendida (al no estar en guardia), los arquetipos empiezan a funcionar. En
su origen, eran modos primitivos de pensamiento que tendían a personificar los
procesos naturales en términos mitológicos (como espíritus del bien y del mal,
hadas y dragones). La madre y el padre también se establecen como arquetipos
básicos.
Otro concepto importante en la
teoría de Jung es la existencia de dos tipos básicos y opuestos de
personalidad, actitud mental y función psíquica dominante: la extraversión y la
introversión. Cuando la libido y el interés general se vuelven hacia las
personas y los objetos del mundo exterior, se dice que la persona en cuestión
es extrovertida. Cuando se da la tendencia contraria, y la libido y los intereses
se centran en el propio individuo, se habla de personalidad introvertida. En
una persona completamente normal esas dos tendencias se alternan, sin que
ninguna de ellas predomine sobre la otra, pero la libido suele tener
preferencia por una de ellas, por lo que los dos tipos de personalidad son
fácilmente reconocibles.
Jung rechazó la distinción
freudiana entre el yo y el superyó, pero reconoció una parte diferenciada de la
personalidad, con ciertas similitudes con el superyó, a la que denominó persona,
que consiste en lo que aparentamos frente a los demás, en oposición a lo que en
realidad somos. La ‘persona’ es el rol que los individuos eligen representar en
la vida, la impresión global que desean transmitir de sí mismos en el mundo
social exterior.
Alfred Adler
Alfred Adler, otro de los
discípulos de Freud, se diferenció tanto de éste como de Jung al acentuar la
importancia que en la motivación humana tiene el sentimiento de inferioridad,
que comienza desde el momento en que el niño es consciente de la existencia de
otros más capaces de cuidar de sí mismos y de dominar su entorno. Desde que
aparece el sentimiento de inferioridad, el niño trata de superarlo, debido a lo
intolerable que le resulta, ya que puede ocasionar el descontrol de los mecanismos
compensatorios organizados por la estructura psíquica, determinando actitudes
neuróticas egocéntricas (véase
Egocentrismo), sobrecompensaciones e, incluso, la huida del mundo real y sus
problemas.
Adler hizo hincapié en que los
sentimientos de inferioridad nacen de las que él consideraba las tres
relaciones más importantes: las que el individuo mantiene con su trabajo, con
los amigos y con su objeto amado. El intento de evitar el sentimiento de
inferioridad en estas relaciones conduce al individuo a adoptar objetivos
vitales poco realistas, que a menudo se manifiestan como una voluntad poco
razonable de poder y dominio que conduce a diversos tipos de comportamiento
antisocial, desde la intimidación y la presunción a la tiranía política. Adler
creía que el análisis podía fomentar un sentimiento sano y razonable de
pertenencia a la comunidad, más constructivo que destructivo.
Otto Rank
Otro discípulo de Freud, Otto
Rank, introdujo una nueva teoría de la neurosis, atribuyendo todas las
perturbaciones neuróticas al trauma inicial del nacimiento. En sus últimas
investigaciones, describe el desarrollo individual como una progresión desde la
absoluta dependencia de la madre y de la familia a la independencia física, que
va unida a la dependencia intelectual del entorno social, llegando finalmente a
completarse la emancipación intelectual y afectiva del individuo. Rank también
daba gran importancia a la voluntad, definida como la organización y la
integración positivas de la personalidad que utiliza de forma creativa los
impulsos instintivos, al tiempo que los controla e inhibe.
Otras escuelas psicoanalíticas
Las últimas innovaciones a la
teoría psicoanalítica que merecen mención son las de los psicoanalistas Erich
Fromm, Karen Horney y Harry Stack Sullivan. Las teorías de Fromm hacen especial
hincapié en la idea de que el individuo y la sociedad no son fuerzas opuestas
ni separables, en que la naturaleza de la sociedad viene determinada por su
pasado histórico y en que las necesidades y deseos de las personas están en
gran medida determinados por su contexto social. Como resultado de este punto
de vista, Fromm creía que el problema fundamental de la psicología y del
psicoanálisis no era resolver los conflictos entre los fijos e inamovibles
impulsos instintivos del individuo y las exigentes e inamovibles leyes y normas
sociales, sino armonizar y comprender las relaciones entre ambos. Fromm también
hizo hincapié en la importancia que tiene para los individuos desarrollar su
capacidad para utilizar plenamente su potencial perceptivo, emocional e
intelectual.
Horney trabajó básicamente en el
terreno de la psicoterapia (en concreto con las neurosis), estableciendo una
distinción básica entre situación neurótica y carácter neurótico. La primera
nace de la ansiedad asociada a un conflicto simple, como la necesidad de
enfrentarse a una decisión difícil. Aunque pueda paralizar al individuo
temporalmente, haciéndole imposible pensar o actuar de forma eficaz, tales
neurosis no están profundamente enraizadas. Por el contrario, la personalidad
neurótica posee, debido a su carácter, una ansiedad y una hostilidad básicas,
fruto de la carencia afectiva durante la infancia.
Por último, Sullivan creía que
todo el desarrollo podía describirse exclusivamente en términos de las
relaciones con los demás. Los distintos tipos de personalidades, así como los
síntomas neuróticos, se explican como resultado del combate contra la ansiedad
que nace de las relaciones con los demás, actuando como un sistema de seguridad
que se mantiene con el propósito de mitigarla.
Melanie Klein
Otra importante escuela de
pensamiento psicoanalítico, especialmente en Europa y Latinoamérica, es la
conocida como ‘escuela inglesa’, que se basa en las enseñanzas de esta autora
británica, que provienen básicamente de sus observaciones en el campo del
psicoanálisis infantil.
Klein postuló la existencia de
complejas fantasías inconscientes en los niños, incluso de menos de seis meses,
cuya principal fuente de ansiedad es la amenaza sobre la propia existencia por
el instinto de muerte. Dependiendo de cómo se materialicen las representaciones
concretas de las fuerzas destructivas en la vida inconsciente fantaseada por el
niño, aparecerían dos primeras actitudes básicas que Klein denominó ‘posición
paranoide’ y ‘posición depresiva’. En la paranoide, la defensa del yo se
realiza proyectando los objetos internos peligrosos hacia algún elemento
exterior que los represente, elemento que pasará a considerarse como una
amenaza procedente del mundo exterior. En la depresiva, el objeto amenazador es
retenido dentro del propio individuo, con lo que aparecen los síntomas de la
depresión y de la hipocondría. Aunque hay serias dudas de que tales complejos
infantiles actúen realmente en la mente del niño, estas observaciones han
tenido bastante importancia en el desarrollo de la psiquiatría y la psicología
de las fantasías inconscientes, delirios paranoides y teorías vinculadas en
general con las primeras relaciones objetales.
El psicoanálisis en el ámbito
hispano
En España, la favorable acogida
de la obra de Freud propició la rápida asimilación de la corriente
psicoanalítica a principios del siglo XX. Tras la Guerra Civil española,
diversos profesionales tuvieron que exiliarse a Latinoamérica, éxodo que se
vería compensado a finales de la década de 1970 con la llegada a España de
numerosos psicólogos y psicoanalistas, que contribuirían a la consolidación de
esta ciencia. En Latinoamérica, el país en el que el psicoanálisis ha tenido
una mayor implantación es Argentina, con figuras de la talla de Arminda
Aberastury, introductora de la escuela inglesa de psicoanálisis en su país, y
Enrique Pichon-Rivière. El psicoanálisis ha tenido también una gran difusión en
otros países como Chile, México y Venezuela. Destacados psicólogos en el ámbito
hispano son también el español de origen cubano Emilio Mira y López, el español
Ángel Garma, y los argentinos Arnaldo Rascovsky y David Liberman.
Para saber más sobre neurosis da clik aquí:
http://jademoya.blogspot.mx/2016/12/que-es-un-neurotico.html
http://jademoya.blogspot.mx/2016/12/por-que-surge-la-neurosis.html
Para saber más sobre mitología y psicoanálisis da clik aquí:
http://jademoya.blogspot.mx/2016/12/eros-y-tanatos-mitologia-y-psicoanalisis.html