Las relaciones comunicativas resultan ser mucho más
complejas de lo que parecen ser, tienen diferentes enfoques, el primero de
ellos es el análisis interpersonal del proceso comunicativo que bien, se refiere a la comunicación verbal y no verbal la
cual se desglosa en varias partes, la primera de ellas se ve reflejada desde el
tono, el volumen y las expresiones verbales,
las cuales se ven influidas por el contexto corporal, (que pueden ser
caricias, roces o empujones) que nos dan una mirada más objetiva de la relación
entre los comunicadores, la proximidad o el espacio que existe entre las
personas, la orientación o ángulo durante la interacción interpersonal, donde
se adoptan posiciones de enfrentamiento cara
a cara, la apariencia física o exterior que puede definir la percepción
social de una persona y puede o no ser controlada, la expresión facial pues la cara es el área comunicativa más
sutil en apoyo de la comunicación verbal y puede ser limitada por el contexto
social , el movimiento de la cabeza, los
gestos de las manos y brazos que son otra cosa que reforzadores de la palabra
y por último la mirada, que resulta ser
el decisivo refiriéndose a la dirección pues aporta muchos elementos.
El segundo de ellos, es la comunicación grupal desde la
perspectiva de la influencia social (Festinger 1954) que concibe a los miembros de un grupo como
regiones o partes, y cuando dichas partes tienen una diferencia de opinión con
respecto a un tema, entonces aparece un diferencial de tensión entre las partes,
lo que genera que mientras más grande sea la diferencia mayor sea la tendencia
a equilibrarla. El equilibrio de opinión o presión a la uniformidad se
manifiesta en tres formas la primera de llas, es cuando la persona que discrepa tratará de influir en la
otra para que cambie su opinión a un modo que concuerde con la suya, la segunda
cuando persona que discrepa cambia su opinión para que coincida con la de la
otra persona y por ultimo cuando se redefine los límites del grupo rechazando a
la otra persona. Cuando se rechaza a la persona que discrepa, la tensión puede
disminuir y, por tanto, también disminuyen las diferencias de opinión.
Estas formas de equilibrar la opinión entre los miembros de
un grupo requieren un buen nivel de cohesión y de la pertinencia del asunto en
disputa; es importante la opinión de los demás para que se dé una presión a la
uniformidad.
Festinger hacía referencia al papel que representa la
comunicación por la influencia que ejerce en los componentes del grupo y cómo
afecta a las relaciones grupales. Así, existe una fuerte presión para conseguir
la uniformidad en el interior de un grupo, la cual hace que los miembros de un
grupo estén o no de acuerdo respecto a un tema. Existen dos maneras de ejercer
la presión a la uniformidad entre las personas: la realidad social, y la
locomoción de grupo.
La realidad social
es tener opiniones, actitudes y creencias con respecto a un tema, y para
sostenerlas hacemos uso de una base que permita validarlas. Festinger dice que
imaginemos un continuo donde se puedan sitúan dichas bases, y a este continuo
le llamó escala del grado de realidad física: Por ello, a la dinámica de los
grupos le interesa más que exista muy poca dependencia respecto de la realidad
física, porque implica que las discrepancias, las diferencias y los desacuerdos
van a generar controversias, las cuales pueden solventarse mediante el
discurso. Al existir diferencias de opinión, entonces surgirán fuerzas para
lograr la comunicación, ya que a menor realidad física para validar la opinión
mayor será la importancia del referente social. Cuando existe una mayor
dependencia respecto de la realidad física siempre se puede terminar
recurriendo a frases como: yo lo vi con mis propios ojos; a mí me lo dijeron;
yo lo comprobé, etc. En la locomoción de grupo También pueden surgir presiones
de uniformidad entre los miembros de un grupo porque dicha uniformidad es
necesaria para que el grupo alcance alguna meta. Entonces, la magnitud de las
presiones será mayor: según perciban los miembros del grupo que la uniformidad
facilitará el movimiento del grupo, cuanto más dependan del grupo los miembros
para alcanzar sus metas.
Schachter plantea el ostracismo como la situación final
cuando las comunicaciones no generan sumisión. El proceso implicaría un aumento
de la comunicación con los desviados hasta que se dé el conformismo o se
concluya que el no conformista no cambiará su posición; en este caso,
disminuirá la cantidad de comunicación con ese miembro. En ese sentido, la
comunicación debe ser entendida como el conjunto de procesos sociales en los
que las personas se exponen a los estímulos comunicativos, en el nivel
macrosocial y en el grupal.
Para saber más sobre neurosis da clik aquí:
http://jademoya.blogspot.mx/2016/12/por-que-surge-la-neurosis.html
Para saber más sobre Estimulacón intelectual da clik aquí:
http://jademoya.blogspot.mx/2016/08/ejercicios-de-estimulacion-intelectual.html
Revisa otras entradas de interés aquí:
http://jademoya.blogspot.mx/2017/01/dinamicas-y-actividades-de-autoestima.html
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