PODRÁS ENCONTRAR LA PRIMERA PARTE AQUÍ:
· Juego de las proyecciones, incorporando en primera persona lo proyectado. Como en el juego de la responsabilidad, es re-apropiarse de lo propio. En las primeras reglas dadas por Perls, “volver a lograr el sentimiento de nosotros mismos” ya decía que era vital el re-apropiarse de las proyecciones, y daba tres pasos concretos: Toma de conciencia, asimilar y eliminar la tendencia a proyectar. El yo es una proyección continua, y el mecanismo proyectivo lo que pretende es rechazar aquello que no nos guste de nosotros, viéndolo en los otros. El trabajo grupal es un marco idóneo para elaborar trabajos relacionados con la proyección. El trabajo terapéutico es hacer a la persona que represente las actitudes que rechaza del otro, para después poder ver qué hay de suyo en esas características.
· Juego de las proyecciones, incorporando en primera persona lo proyectado. Como en el juego de la responsabilidad, es re-apropiarse de lo propio. En las primeras reglas dadas por Perls, “volver a lograr el sentimiento de nosotros mismos” ya decía que era vital el re-apropiarse de las proyecciones, y daba tres pasos concretos: Toma de conciencia, asimilar y eliminar la tendencia a proyectar. El yo es una proyección continua, y el mecanismo proyectivo lo que pretende es rechazar aquello que no nos guste de nosotros, viéndolo en los otros. El trabajo grupal es un marco idóneo para elaborar trabajos relacionados con la proyección. El trabajo terapéutico es hacer a la persona que represente las actitudes que rechaza del otro, para después poder ver qué hay de suyo en esas características.
·
Contacto – Retirada,
Contactar o sustraer el contacto, sin entenderlo como resistencia sino
como el ritmo natural del organismo. Esta es una clara necesidad organísmica,
es la consumación del ciclo de la experiencia. Cuando en el trabajo terapéutico
el paciente se queda estancado, aburrido, crítico con la valía de su propia
experiencia, cuando quiere apartarse del contacto se le invita a retirarse, que
cierre los ojos y se vaya en fantasía, a cualquier lugar donde se sienta
seguro, tras describir la experiencia, emocional, corporal y cognitiva, se le pide
que vuelva al trabajo. El descanso es necesario para reponer energías, y con
esta técnica aparece una nueva experiencia que le trae de nuevo al contacto.
· Ensayo teatral,
Experimentar
lo fantaseado y las expectativas de futuro. En este juego pueden entrar las
técnicas de dramatización del psicodrama. En trabajo terapéutico individual, el
“monodrama”, y el soliloquio, que consiste en pedirle al paciente que represente a distintos personajes, ya sean de
su propia personalidad como distintos personajes de una situación inconclusa de
su vida y que vaya cambiando de lugar, de modo de tener una vivencia clara de
cada uno y de sus emociones. De esta manera el paciente puede explorar con
claridad sus polaridades, conocerlas y aceptarlas en lugar de intentar
reducirlas a un solo término. También puede registrar las diferencias y las
similitudes con otras personas de su vida.
·
Exageración,
Amplificar la conciencia exagerando lo gestual, el tono de voz, el
movimiento, etc. Muchas veces entre medio de una oración, el paciente realiza
gestos que tienen un mayor contenido que el mensaje verbal, es poner su
atención en el cuerpo, mantener la postura, (congelar en psicodrama), y
exagerarla para que le vaya dando lectura el cuerpo de lo que está pasando en
realidad, es fácil que haya una conexión emocional, es fácil que a través del
cuerpo aparezca otra cosa totalmente distinta a su discurso, es otro contínuo
de conciencia. De
la misma forma con la expresión verbal el trabajo es parar el discurso, y
pedirle que vuelva sobre algo dicho, tal vez en cada ocasión subiendo el tono,
tal vez afirmando, tal vez cambiando la postura, tal vez repitiendo muchas
veces, tal vez afirmarlo ante otros, tal vez exagerando o susurrando, depende
del momento terapéutico. Es otro trabajo de toma de conciencia.
·
Te ofrezco una frase, Proponerle
al paciente la intuición del terapeuta, frase para repetir y explorar. En
trabajo grupal se puede ir creando red con un conjunto de frases, que pueden
tener que ver con el trabajo individual, o con el momento grupal.
·
Juego de polaridades, trabajar con
los dos opuestos para explorar lo que se pretenda, apoyo-sumisión,
aceptación-rechazo, perro de arriba-de abajo… El trabajo de polaridad es básico
en gestalt, es el trabajo con los opuestos.
Jung nos brinda tres
principios. El primero de ellos es el principio de los opuestos. Cada
deseo inmediatamente sugiere su opuesto. Por ejemplo, si tengo un pensamiento
positivo, no puedo dejar de tener el opuesto en algún lugar de mi mente. De
hecho, es un concepto bastante básico: para saber lo que es bueno debo conocer
lo malo, de la misma forma que no podemos saber lo que es negro sin conocer lo
blanco; o lo que es alto sin lo bajo.
·
¿Puedes quedarte con ese sentimiento?, para
no evitar lo desagradable, lo frustrante, aquello que se pretende evitar.
- El diálogo, Silla vacía o silla
caliente.
La silla vacía era una de las
técnicas favoritas de Perls y es una de las “marcas de la casa” de la
gestalt. En la silla vacía el paciente sitúa a cualquier personaje de su
vida con el cual tiene una situación inconclusa. Consiste en establecer un
diálogo a las distintas partes que están en oposición en el paciente. El objetivo es que integre las partes
que están alienadas y proyectadas para que las haga suyas y las
reincorpore a su personalidad. Y asimismo, que pueda ponerse en el lugar
del otro, sin que esto lo origine temor, ansiedad o tensión, ya que a
través de la nueva percepción adquirida
puede hacerse una nueva visión del otro.
Usada con oportunidad, la silla vacía pone en acción sentimientos y
permite encontrarse con situaciones o personajes inconclusos para verlos
en el aquí y ahora. Esta técnica
permite nos permite poner en juego un concepto clásico de la Gestalt, el
perro de arriba y el perro de abajo; el perro de arriba identifica los
deseos, necesidades y potencialidades, el de abajo, identifica las
excusas, pretextos y obstáculos que interpone.
Técnicas en Gestalt
Es la
metodología con que la terapia gestalt aborda la tarea de la conciencia, las
técnicas en gestalt son inseparables de quien las utiliza, y están
subordinadas a la adecuada actitud del practicante, ya que en gestalt el
terapeuta es la técnica. Podemos agrupar todas
éstas reglas y juegos, en tres grupos de técnicas, que tienen cada uno
de ellos un objetivo propio. La Gestalt no está orientada a la técnica, sino
que utiliza recursos para lograr la expresión de la experiencia, y llegar de
esta manera a un centro unificador que le permita al terapeuta acompañar al
paciente.
Técnicas supresivas: el objetivo es que el paciente deje de hacer
cualquier cosa que no sea vivenciar. El
aspecto supresivo de la gestalt se podría comparar con el apagar la luz de
la sala o cerrar las ventanas para eliminar los ruidos de la calle. Por medio
de los requerimientos supresivos el terapeuta desalienta al paciente en lo que no es, invitando su
expresión lo estimula hacia lo que es.
Técnicas expresivas: En terapia
gestaltica las técnicas expresivas
podrían ser consideradas como instancias de alguno de estos tres principios: la
iniciación de las acciones, el completar las acciones, la búsqueda de lo
directo. O en otras palabras: ex presar lo inexpresado, completar la expresión,
hacer que la expresión sea directa. Las palabras no dichas y las cosas no
hechas dejan en nosotros una huella que nos une con el pasado. Una considerable
parte de nuestra ensoñación y pensamiento es un intento de vivir en la
fantasía lo que dejamos de vivir en la
realidad.
Técnicas de integración: estas técnicas promueven la
integración de la personalidad y se llevan a cabo de diversas maneras. Hemos
visto hasta ahora muchas formas de intentar posibilitar que la persona vaya
hacia su autorrealización, en la integración de partes escindidas, alienadas,
negadas, reprimidas….es la base del proceso terapéutico.
El terapeuta gestalt, posee ciertas características fundamentales para un
adecuado funcionamiento de las dinámicas:
Decir las cosas en forma precisa, concisa, clara y directa, lenguaje que
pueda ser comprendido fácilmente por los otros, siendo claro en las órdenes de
trabajo, uso de metáforas y otras formas poéticas, tener congruencia entre las
palabras, el movimiento corporal y los gestos, ser breve y conciso. Capacidad
de escucha y concentración. Habilidad para enfocar el "aquí y el
ahora", quedándose en el presente. Darse cuenta de sus intenciones, y de
lo que hace, y planteando las metas de forma clara y con habilidad para ayudar a los otros a obtener
algún significado de su experiencia.
Estar en contacto con los sentidos y darse cuenta de sus
zonas sensoriales más carentes, aceptar su propio cuerpo tal cual es,
comprender la diferencia entre excitación y tensión, tener contacto con sus
sistemas corporales, y facilitar su autorregulación. Contacto con las emociones
propias, darse cuenta de los puntos ciegos emocionales y áreas de negación o
evitación, expresarlas de forma auténtica sin intelectualizarlas, evitar
cinismo, sarcasmo y ridículo como forma de evitar las verdaderas emociones. Diferenciar los datos
fenomenológicos observados y la interpretación, dejar que las cosas fluyan sin
establecer juicios, capacidad para diferenciar entre la observación descriptiva
y evaluativa, en sí mismo y los otros, capacidad para expresar diferentes
puntos de vista.
Centrarse en el continuum del proceso. Comprensión total de la relación
yo-tu, tolerancia con el sentirse confundido sin tensarse ante la confusión del
momento existencial, es decir vivir la experiencia, confiar en la fuerza y
potencial disponible en las personas que dan a entender que no están dispuestas
a trabajar, capacidad para ver y considerar su trabajo como un proceso
educativo, más que como un proceso curativo de enfermedades. Disponibilidad
para ser ambas cosas en una misma sesión, simpático o apoyador y frustrador, o
confrontador, en lo necesario, libertad para expresar o manifestar sentimientos
afectivos calurosos, capacidad para tocar a la gente cuando este contacto
físico pueda ayudar, capacidad para expresar reconocimiento o aprecio por lo
que los otros han hecho, capacidad para poder decir a alguien "haga
esto", en forma directa, firme y sin embargo cariñosa. Aceptar y afrontar situaciones emocionales
que se dan en el trascurso del proceso terapéutico, presencia ante el silencio, admitir las
críticas sin ponerse a la defensiva. Habilidad
para presentarse por sí mismo en forma atractiva sin necesidad de una presencia
carismática, es decir, una sí mismo claro, y tolerancia para quienes son
diferentes, conocer, estimar y aceptar sus propios principios, normas y
valores.
Darse cuenta de los aspectos trascendentes y creativos de su
trabajo: incluye el poseer cierto sentido de reverencia y respeto hacia lo que
está ocurriendo, estimular la curiosidad frente a la vida, habilidad para
utilizar paradojas, metáforas, enigmas y humor y estar abierto a un punto de vista colectivo,
evitando ser dogmático.
El hombre en quien actúa el Tao sin
impedimento
No daña a otro ser con sus acciones
Y, a pesar de ello, no se considera a sí mismo
Como “bondadoso” ni como “gentil” (Chuang)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario