Este sistema fue ideado por Toru Kumon un profesor de matemáticas japonés con
el objetivo de ayudar a su hijo, que tenía problemas con la asignatura.
Posteriormente, Kumon comprendió que una buena formación en la comprensión lectora era imprescindible para desarrollar la
capacidad de estudio. De esta forma, el método Kumon incide en estos dos
aspectos clave del aprendizaje: las
matemáticas y la lectura, y su objetivo es que el alumno adquiera
habilidades suficientes en estos ámbitos para conseguir rendir al máximo en sus
estudios. Se trata de proporcionar al alumno los medios para que sea capaz de
aprender por sí mismo, adquiriendo hábitos
de estudio que le
permitan trabajar de forma independiente, sin la supervisión constante de padres
o maestros, y concentrándose en las tareas.
El método Kumon
está dividido en diferentes
niveles, que abarcan desde educación infantil hasta bachillerato; al
estudiante se le realiza un test al inicio para comprobar en qué nivel debe
comenzar, y está estructurado de forma que hasta que no domina los
conocimientos de un nivel no puede pasar al siguiente. Existen centros Kumon en
todo el mundo, y muchos colegios lo han incorporado también como actividad extraescolar, ya que es
suficiente con practicarlo dos veces por semana, durante aproximadamente media
hora, dedicándole tan sólo unos minutos el resto de los días.
El papel de los
padres es controlar que sus hijos realicen las tareas todos los días, y
corregir los ejercicios (con una plantilla que les facilitarán en el centro)
para que los niños aprendan de sus propios errores, y, por supuesto,
felicitarles por su esfuerzo y sus logros, motivándoles para que continúen.
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